En la búsqueda de una carrera universitaria, la familia cumple un papel fundamental a la hora de acompañar y orientar el proceso para identificar la vocación de los más jóvenes. Sin embargo, en muchas ocasiones, los propios padres desconocen la manera adecuada de guiar a sus hijos en esta nueva etapa, especialmente encontrar un balance entre brindarles apoyo y garantizar su autonomía en la toma de decisiones. En esta medida, entendiendo que deben atravesar junto a ellos las dudas, los cambios e incluso los desaciertos.
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¿Qué es orientación vocacional?
La orientación vocacional es una dinámica de acompañamiento pedagógico, psicológico y social para asesorar positivamente a los aspirantes en la elección de su profesión y, por ende, la construcción de su proyecto de vida; teniendo en cuenta el valor del autoconocimiento, desde el reconocimiento de las aptitudes y actitudes, así como la información proporcionada por las diferentes instituciones.
¿Para qué sirve la orientación vocacional?
Como función principal está conducir a los jóvenes en la identificación de sus intereses y habilidades, permitiéndoles desarrollar a profundidad cada una de estas. Para que, desde el autoconocimiento, puedan poner en una balanza distintos aspectos que inciden en su progreso: las fortalezas y debilidades, las posibilidades académicas y laborales, las metas personales y profesionales e incluso la demanda laboral de uno u otra profesión. Así ayudándoles a tomar decisiones informadas que impacten positivamente el futuro profesional, pero sobre todo les haga sentirse a gusto con el rumbo de su vida.
¿Cuántos tipos de orientación vocacional existen?
Hay diversas formas de orientación vocacional para jóvenes que se encuentran en la búsqueda de carrera universitaria, entre las cuales están:
- Inicial: para aquellos que, tras completar la educación media, no tienen claro qué carrera elegir.
- Personal: tras identificar las habilidades, motivaciones y deseos propios, reconocer las carreras más acertadas.
- Educativa: desde las instituciones de educación, se brindan servicios o herramientas para acercar a las personas a los distintos programas académicos de su interés.
- Laboral: se desarrolla a partir de las destrezas que exige una carrera en específico, así como las oportunidades laborales que puede garantizar.
- Testeada: mediante distintos recursos como tests o exámenes, hallar las carreras que presentan mayor afinidad con el joven.
¿Cómo ayudar a tu hijo a encontrar su vocación?
Aquí les compartimos a los padres una serie de recomendaciones útiles, para ayudarles a complementar acertadamente el camino de sus hijos hacia la profesionalización:
Generar un entorno agradable
Es importante que, entre padres e hijos, se propicie una relación de cercanía y confianza, la cual se debe construir diariamente y en búsqueda de alcanzar un objetivo: encontrar una vocación que beneficie el crecimiento personal y profesional. Desde esta dirección, crear un espacio seguro permite abordar las inquietudes y temores, al igual que las expectativas y metas presentes durante el proceso.
Compartir las experiencias pasadas con los hijos es una buena alternativa para conocer sus opiniones o posturas, garantizando así una retroalimentación; como para establecer los pros y contras de una carrera, desde las motivaciones personales hasta la proyección laboral.
Impulsar el autoconocimiento
En la ruta de orientación vocacional, es normal que los jóvenes se sientan confundidos o perdidos entre las diversas opciones de carreras e instituciones que las imparten. No obstante, es una oportunidad para el autodescubrimiento de los intereses y las habilidades. Para impulsar este proceso, los padres pueden brindar sus recomendaciones al respecto o acceder, si así lo requieren, a asesoría psicológica.
Igualmente, es fundamental que los padres garanticen un escenario para la observación y exploración; evitando caer en juicios de valor, en los que suelen interponerse intereses o convicciones, que cuestionan o invaliden las decisiones tomadas por sus hijos. Entendiendo que, estos últimos, son los únicos que pueden elegir su futuro profesional. Una posición responsable y autónoma, reduce las posibilidades de deserción universitaria.
Sumergirse en la información
Actualmente, las universidades tienen una oferta académica más amplia, que integra opciones profesionales tradicionales y nuevas. Estas mismas instituciones abren sus puertas para recorrer sus campus, presentar sus programas académicos o brindar charlas vocacionales, además de participar en ferias educativas organizadas por colegios u otras organizaciones.
Por esto es necesario explorar la información disponible en diferentes canales, digitales o físicos. Específicamente, conocer el catálogo de opciones académicas, la relación costo calidad de un programa de pregrado, el factor diferencial, el perfil de sus egresados, las posibilidades de inserción laboral y el posicionamiento de una institución de educación superior frente a otras que ofrecen un mismo proyecto profesional.
Mantener la calma
Aunque, la incertidumbre puede ser parte del proceso, tomar decisiones apresuradas basadas en la ansiedad, desesperación y presión del momento, no es la mejor opción; especialmente, si el propósito es acertar vocacionalmente y evitar así posibles equivocaciones. Cualquier determinación que sea acogida, será el resultado del conjunto de acciones conscientes e informadas realizadas previamente.
La etapa de elección profesional, en lugar de despertar la preocupación familiar, deberá fortalecer el vínculo de confianza entre padres e hijos; para que, en situaciones que puedan tornarse abrumadoras, el ambiente recobre la tranquilidad mediante prácticas básicas como la investigación, la comunicación bilateral efectiva, el asesoramiento y el razonamiento.
Despertar la motivación
Durante el proceso de orientación vocacional y elección de la carrera universitaria que parece ser más adecuada; es valioso que los hijos sientan el apoyo e incondicionalidad de sus padres que, desde un rol secundario podrán: escucharlos, comprender sus intereses, orientarlos, informarlos, aconsejarlos y, finalmente, acompañarlos en el rumbo profesional que decidan tomar.
Cursar una carrera universitaria representa una puerta de oportunidades para la evolución, de cara al futuro de las personas. Es necesario que, especialmente los jóvenes, entiendan la importancia de la educación y sean motivados por su familia para alcanzar muchos más logros, académicos o profesionales; que pongan a prueba sus conocimientos, desarrollen nuevas habilidades y, de paso, forjen un proyecto de vida con propósito.