El trabajo de los docentes está orientado a la transmisión de conocimientos: consiguiendo que los estudiantes, independientemente del grado de motivación con el que asisten a clase, se interesen por los temas vistos, participen activamente y aprendan.
Sin embargo, en algunos casos, los alumnos han pasado por metodologías que, en lugar de despertar su motivación, los han acostumbrado a escuchar mientras permanecen callados. Lo que hace que el proceso de aprendizaje no sea del todo efectivo.
Una clase que capte la atención de los estudiantes y los invite a sumergirse en las dinámicas propias del aprendizaje debe mantener activo el entusiasmo. En esa medida, la motivación del alumno tiende a mejorar en el transcurso de los diferentes espacios académicos.
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¿Cuál es la labor del docente?
Los profesores desempeñan un papel importante dentro de la sociedad, debido a que preparan a las nuevas generaciones para afrontar el futuro con valentía y sabiduría. Un maestro puede ser como un buen amigo, un padre cariñoso, un motivador y un ejemplo positivo, guiándolos por el camino correcto para triunfar en la vida. Además de fomentar el conocimiento, un educador ayuda a formar personas con valores y principios éticos.
La labor docente no es fácil. Requiere mucha paciencia y adaptabilidad. Aunque los educadores interactúan con distintos tipos de alumnos en cada curso, se esfuerzan constantemente por dirigirse equitativamente a cada individuo y motivarlos para que alcancen su máximo potencial. Es crucial reconocer la importancia de los profesores en la existencia de cada alumno.
¿Qué estrategias efectivas se utilizan para enseñar?
En este artículo proponemos una serie de estrategias didácticas que los docentes podrán implementar para que sus clases efectivas sean más efectivas para el aprendizaje de los estudiantes:
Conoce a los estudiantes
Es importante demostrar interés por las personas que integran el aula de clases, lo ideal es empezar por preguntar y recordar sus nombres. Con el tiempo, el docente puede ir identificando cuáles son las habilidades, fortalezas e incluso debilidades de los alumnos, para así brindarles las herramientas necesarias para su respectivo proceso de aprendizaje.
Expectativas sobre la asignatura
Durante los primeros días de clase es igualmente necesario conocer los intereses como las expectativas de los estudiantes sobre la asignatura, permitiendo que algunos de estos puntos de vista puedan socializarse. Lo anterior fomenta un ambiente de confianza dentro del aula, entre docentes y alumnos, en el que las opiniones y preguntas son escuchadas.
Entusiasmo por la enseñanza
La actitud del maestro al dictar su clase es, en muchas ocasiones, una clara muestra de su gusto, ya sea por los componentes temáticos como por la enseñanza efectiva. Si se muestra constantemente apático, disgustado o aburrido en el aula, los estudiantes actuarán igual frente a su asignatura.
Ambiente basado en el respeto
Una parte del proceso de aprendizaje es la retroalimentación que, mediante el diálogo, permite hacer un seguimiento adecuado al proceso de aprendizaje del estudiante. De esta manera, los comentarios que se realicen al alumno deben ser respetuosos, basados en su desempeño y buscando orientar positivamente su energía.
Mantener la motivación
El docente puede animar al estudiante, ya sea por sus buenos resultados e incluso, cuando su rendimiento no haya sido el mejor. Un alumno motivado se esforzará por apropiarse de las herramientas que ha recibido en el aula, así como por responder correctamente a las exigencias de la asignatura: dedicar tiempo para el estudio autónomo, desarrollar los trabajos correspondientes y prepararse para los exámenes contemplados para el curso.
Asignar valor a la clase
En el plan de estudios de una carrera universitaria, cada materia cumple un propósito determinado. Una labor del docente es hacer que su asignatura sea realmente valiosa para la formación de los estudiantes, llevándolos a comprender su utilidad e importancia en el escenario laboral.
Dinamizar la enseñanza
Los métodos de enseñanza efectiva deben variar, para evitar que la asignatura se torne monótona y aburrida para los estudiantes. Las siguientes acciones son útiles para docentes que buscan precisamente mantener la atención a lo largo de la clase y promover el interés sobre los temas vistos:
- Facilitar espacios para que los alumnos puedan elegir algunos temas de estudio.
- Realizar preguntas durante las sesiones, estimula la atención y participación activa de los estudiantes.
- Emplear recursos audiovisuales para la explicación de conceptos amplios o complejos de entender.
- Utilizar el tablero ordenadamente y como una herramienta para hacer anotaciones puntuales.
- Mediante ejemplos demostrar la aplicación de los conceptos en la práctica.
Los conocimientos no se transfieren automáticamente a los estudiantes que pisan un aula de clases. En realidad, el aprendizaje depende tanto de las características propias de la asignatura como de las expectativas, conocimientos o experiencias previas que tenga el alumno en torno a los componentes que serán abordados.
Lo ideal es construir una alianza entre la enseñanza y el aprendizaje; donde el docente transmite conocimientos valiosos, para la formación de los alumnos, a partir de métodos que han demostrado ser efectivos en el aula y mientras que continúa puliendo sus habilidades al igual que aprendiendo en la práctica día a día.
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